martes, 1 de noviembre de 2016

And behold, a pale horse and two cats

And when he had opened the fourth seal, I heard the fourth beast said: "Come and see". And I looked, and behold, a pale horse. And his name that sat on him was Death.
And Hell followed with him.

El Jinete Pálido como forma de pasar la tarde mientras pienso en mis lobos, mientras planeamos el entrenamiento de este año. Malditos seis segundos de carrera que me han dejado fuera.

Qué conversaciones Almería-Valencia sin sentido pero grandes bandas sonoras. Ayudan a evadirse del mundo cuando quieres irte de casa pero no puedes moverte del sitio.

Preacher my ass.

Y tengo a los gatetes conmigo, que el viernes los bajaron del monte para ir al veterinario. Y se quedan conmigo hasta el sábado. Me están dando la vida, los bichejos. Blanquita porque no deja de ronronear escondiéndose contra mí, y Bicho porque le puede la curiosidad y las ganas de jugar y de lamerme mientras ronronea. Me encanta notar su lengua contra mi mano. Me encanta dormirme con ellos amasando mi regazo, despertarme porque me restriegan la cabeza contra la tripa o el cuello.
Sus ojazos redondos.
Si hay que elegir un sonido para la paz, voto por el ronroneo.
Me he enamorado de la pareja.
Todavía más de lo que ya estaba.

Voy a seguir con el Predicador, que se me cae la baba.
Clint Eastwood y dos gatos conmigo, sola en casa. Soy feliz en este instante.

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