jueves, 11 de mayo de 2023

Animal flow

 Tremendo constipado que está intentando evolucionar a faringitis o bronquitis llevo.

Entre eso, que a finales de mes hay examen de bioquímica, que me levanto cada día a las seis para ir al hospital y aburrirme en el laboratorio desde que salí de micro, que no llego a casa hasta mínimo las cuatro de la tarde y que sigo viviendo semana sí semana no con la persona más drenadora de energía existente, no me da la vida.

Hoy he ladrado, de forma literal. Como contestación a "eres una puta perra vaga que ni lavar los platos bien sabe". Woof. Woof. Si quieres ladro más. No he recibido un hola, pero sí veinte minutos de ser el saco de boxeo porque algo en su día ha ido mal. Así que he ladrado. Y oye, funciona. Creo que se ha dado cuenta que me está empujando demasiado al borde y si me aumentan la ansiedad, la frustración y la mala hostia, es ella la que se va a ver en un problema.


Por otra parte.

Mi válaco ha reaparecido. Le quiero con locura, al rubio. Leerle, aunque sea una estupidez, me calma. No hay gallega que ponga freno.

Y mi inglés ha mejorado. Qué remedio. Qué remedio, si lo uso más que el español. Si el guiri (guee-ree he he) está ahí y Burjassot, me cago en todo, está al lado.

Maldita mi estampa.

Tonterías en casa aparte, estrés de estudios y trabajar y no tener ni un fin de semana para mí, creo que todo está bien.


Y ahora hemos descubierto a Ren.