viernes, 22 de agosto de 2014

Que no lluevan flores

Y ya está.

Sin Skinner, sin Malviviendo.
Por fin he podido ver con tranquilidad y sin interrupciones el último (¡Noooo! ¿Por qué, señor, por qué? ¿No podrías cancelar Sálvame y similares y que gente como estos chavales se encargaran de rellenar parrilla? ¿Porfaplis?) capítulo de Malviviendo.


Larga vida a FFF.
Y que no les lluevan flores.
(Llevamos una racha de introspecciones chorras... más hablar conmigo misma que pensar. Cualquier día me da el punto y cambia la cosa. O no. Vete a saber.)




domingo, 17 de agosto de 2014

Vuelvo a tu casa, Machado.

He vuelto.
He vuelto otro año más, Vinuesa, Soria, El Royo, Covaleda, Salduero.

He vuelto a ti.
Y te he vuelto a dejar atrás- dime que habrá un día que no me dejarás marchar.




Sólo desde tus campos y sierras puedo abrazar el cielo lleno de estrellas.
Sólo desde tu corazón verde, regado por el Duero.

Y despertar escuchando cencerros, cascos de caballos, trinos y graznidos.
Seguir el vuelo de buitres y águilas, atravesar rebaños de reses pastando, comer moras de las zarzas del camino. Saludar a cada persona que pase, escuchar el acento castellano; ver pueblos de piedra a la sombra de castillos y ermitas a los que no puede el tiempo. Y respirar. Respirar hasta ahogarme.


"Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
-no fue por estos campos el bíblico jardín-:
son tierras para el águila, un trozo del planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín."
Si Machado lo dice...
...ninguna serpiente me he encontrado aún allí.




"¡Oh, sí! Conmigo vais, campos de Soria,
tardes tranquilas, montes de violeta,
alamedas del río, verde sueño
del suelo gris y de la parda tierra,
agria melancolía
de la ciudad decrépita.
Me habéis llegado al alma.
¿o acaso estabais en el fondo de ella?
¡Gentes del alto llano numantino
que a Dios guardáis como cristianas viejas,
que el sol de España os llene
de alegría, de luz y de riqueza!"
(Campos de Soria, IX)

Igual que os cantaron tantos antes... con esa fuerza y esa pasión, así te amo también yo.
Otro año más.

Y que vengan otros muchos.
Hasta que deje de respirar.