Esta noche ha sido buena.
Dicen que los gatos somos animales de noche.
Es probable.
Sólo sé que ésta, ha sido una noche productiva. Muy productiva.
Cargada de buenas noticias para mí.
Me tiemblan los bigotes de las buenas vibraciones.
De las risas, bromas, buen rollo.
De los chófers casuales que viven en el barrio y tú llevas veinte años sin saberlo.
De ver la luna, casi llena, ya menguando (¿Varcolaci, quizás, ha tenido algo que ver?), iluminando esta noche de fiestas y buenas nuevas.
Si los irbis pudieran rugir, se me escucharía más allá del mundo.
Cómo no pueden, me contento con ronronear sobre mi cama, ya a resguardo de todo.
Soñando.
Con todo lo que ha pasado, lo que puede pasar, lo que pasaría si.
Lo que puede que pase.
Lo que significa, lo que yo quiero que signifique, lo que pienso que significa.
Laberintos de sueños que me arrancan sonrisas, ronroneos.
Se uno ama l'Italia!
Según palabras de un gato deportista, el otro es "cerril para esas cosas, nena".
Cuéntame algo que no sepa.
Soñando, soñando me quedo, que la luna como sueños me trae recuerdos de esta noche. Algo parecido a las premoniciones. Se llama instinto a flor de piel.
Questa notte, tutto è buono, tutto è risata.
Sonrisas para mucho tiempo, he conseguido.
Y sin gastar ninguna de mis siete vidas.
Qué productividad ha tenido esta noche.
Cuántas buenas noticias en un sólo coche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario