jueves, 2 de agosto de 2012

Chanananannnnnnn

Ver una foto que no quieres y maldecir eternamente.
Enfadarte contigo misma.
Decir "no me importa".

Salir a la cocina, beber un batido frío, mordisquear chocolate y pan, tumbarte cuan larga eres en la cama, poner la música de Smash Mouth a todo volumen para no oír a los vecinos protestar, enchufar el aire acondicionado.
Decir "esto es vida".

Entretenerte mirando el techo, la nada, el horizonte dentro de tu cabeza.
Preocupar a tus padres por llevar una hora como una idiota mirando la pared.
El batido se ha acabado, sigues teniendo hambre, hace rato que la música ha parado y tú no lo has notado.
Decir "¿pero a mí qué diablos me pasa?".

Deslizarte por los pasillos como alma en pena, sin hacer ruido.
Volver a asaltar la nevera cada cinco minutos, sin llevarte nada, porque no ha aparecido comida nueva mágicamente desde la última vez.
Miradas raras desde el salón. Al menos no miras el techo.
Regreso a la cama, a mirar la nada. Suena NIN y esta vez recuerdas darle a aleatorio y repetir lista de reproducción.
Decir "pero que... Bah, a la mierda. Puta."


Y sentirte bien por ello.
Luego descubres que realmente, no te importa.




Aunque lo de "puta" te hace sentir bien y todo.

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