lunes, 27 de agosto de 2012

...

Acabo de llegar, y ya me marcho otra vez.
Mis pies no descansan.
Sólo lamento no tener más días para estar con ellos, con la pequeña y alocada familia que conformamos. Porque cuando regrese, no tendré tiempo para verles. Será volver, cambiar de maletas, marcharme de nuevo.
Lejos.
Mucho. Lo suficiente como para hacer pocas visitas al año. Si es que se puede.

Y no les he dicho cuánto les quiero.
¿Por qué el calendario va tan rápido?

No hay comentarios:

Publicar un comentario