domingo, 23 de octubre de 2016

Los mejores ánimos del mundo

Salir a cenar y que lo más bonito que te digan sea "eres la persona más impertinente que he tenido la desgracia de echarme a la cara". Gritando, para no perder la costumbre.
Y que otra voz en un tono demasiado alto te diga "y maleducada, que te hablan y no contestas".
Gracias, de verdad.

Cada día tengo más claro que la autoestima no la consigo en casa.
Menos mal que mis amigos son gente maravillosa.
Menos mal que al menos tengo esa suerte.

Porque que como "buenas noches" reciba un "sí, enciérrate en tu cuarto, demuestra que eres una amargada"... Uf, eso levanta el ánimo. Sí señor. Lo mejor para animar a alguien y desearle buena suerte. Lo mejor del mundo.

Luego que me pregunten por qué en mi casa intento hacer como que no existo.
O por que controlo tan magistralmente mis emociones delante de mis familiares.
Porque si tuviese que llorar cada vez que la situación me supera, o gritar; ya no tendría lágrimas ni voz. Joder. Es que es entrar a mi casa y algo dentro se me seca, se mustia, entra en hibernación.
O que me pregunten por qué prefiero vivir casi más de medio año con mi tía y mi abuelo.
Que me lo pregunten.
Que pregunten porqué a pesar de que quiero a mis padres, cada día me odio un poquito más por no ser capaz de quererles un poquito menos.
Que me lo pregunten.
Que me pregunten por qué quiero irme de casa tan desesperadamente. Sin dejar dirección, sin pedirles que me visiten. Que me lo pregunten. Que cómo no me he vuelto completamente loca.

Porque no tengo ni idea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario