D'Averc es todo un ejemplo a seguir al tirar a los dos hombres de su Orden más allá de la balsa y dejarlos ahogarse en el océano siendo arrastrados por el peso de sus armaduras. Con un simple encogerse de hombros.
Todo. Un. Ejemplo.
Ese francés melodramático tiene dentro toda mi gama de emociones, demonios.
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