Quizá debería poner un poco más de cautela en las amistades recién hechas. No todo el mundo llega a revelar ser personas tan magníficas para mí como mi dama y mi dragona, o como mis dos médicas en formación. Pero de verdad. Hoy el mundo ha girado para decirme que no, que esta vez no me equivoqué. Que debería caer, en lo que creí un error del momento, mil y una veces con los ojos cerrados.
Porque hoy, precisamente hoy, se me ha juntado todo.
Me ha bajado la regla. Mi hermana ha tenido problemas que yo he tenido que resolver porque la peque sigue siendo menor. Mi madre ha vuelto a gritarme. Mi madre ha vuelto a decir que no quiere que me vaya de casa. Mi perro se ha puesto enfermo. Me han gritado que por qué digo que estudio si estoy todo el día tirada en mi cuarto. He acabado el primer libro de los tres de la oposición por segunda vez, pero hagamos como que eso no cuenta para nada. Mi abuelo está enfermo. He perdido mi aguja lanera y no puedo acabar el perro salchicha. Pordede no me carga. No sé qué lana ni qué suéter tejer para este invierno. Vale, esto último es sólo malo porque es indecisión total; y puede parecer algo nimio. Pero para mí es un drama. Quieren que vaya a una "reunión" de fábrica, con un montón de personas y mi fobia social dice que no, que dónde voy a conocer gente responsable que conoce a mis padres y que me van a hacer todo tipo de preguntas y a juzgar con la mirada. Por otra parte, mi desprecio por la sociedad actual, concretamente la que forma el grueso de mi ciudad, dice que vaya a darles que hablar, porque si no se aburrirán como ostras. Hola, indecisión total otra vez. ¿He dicho ya que me ha bajado la regla? Porque duele. Y el mes que viene me tiene que venir para el día de las pruebas físicas. Toma, doble ración de drama. Además, me duele la cabeza y detrás de los ojos porque hay mucha presión atmosférica pero ni llueve ni deja de hacer calor, con lo que sólo puedo intentar ignorar los cuchillos detrás de mis ojos y en las sienes.
Y entonces, surgido de la nada, ese amigo que apareció como una casualidad, un error de verano. El mejor error de verano. Lo prometo. Que invita a cerveza y que invita a música. Y que tiene un don (eso, o su ciclo hormonal y el mío están sincronizados, porque no me lo explico) para llegar, saludar y decir "Quiero que escuches una canción que te va a flipar. Y que te olvides del mundo".
Porque cada vez que lo dice, sucede.
Y cada vez que sucede, mejora un poquito el día. Consigue detenerme, respirar y recargar fuerzas.
Así que, supongo que la primera frase de este texto es mentira. Nunca voy a dejar de hacerme amiga de aquellas personas que me recomiendan música.
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- Quiero que escuches algo 9 minutos
- Y te olvides de todo
- La canción te va a flipar
Un día conseguiré entender cómo llegas a descubrir grupos y canciones. En serio. -
Porque ahora mismo, no me lo explico. -
Qué pasada de canción.-
Qué cruel jajajaja -
Me tendré que conformar con mis superpoderes para encontrar discografías :P -
- Cuando salga el album te pedire que me bajes la discografia entera
You're welcome :P -
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Vas a ser el hombre-portada, no te rías. Porque si te tatúas este disco en el brazo izquierdo, sólo tu espalda quedará libre de tatuajes. Y sabes que seguirás coleccionando tatuajes de portadas que hagan que tu cabeza vuele mientras tengas espacio en la piel.
Qué gran amigo por casualidad.
Gracias por aparecer justo cuando necesito diez minutos alejada del mundo con canciones que me resuelven la vida, aunque llevemos semanas sin decirnos nada en absoluto. Gracias por escuchar una canción y acordarte de mí.
Y gracias por darme esos diez minutos de paz que hoy no conseguía encontrar.
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