sábado, 7 de diciembre de 2013

Pereza en raspas de sardinas

El día que no pueda más
voy a cambiarte
por un puñado de estrellas
que no me dejen mirarte
y por la lunera lunera
de confidente y amante

Me ha venido como el recuerdo de un recuerdo.
Pero no tengo claro lo que era, ni por qué venía cargado de tristeza.
Será que la noche, a oscuras, en silencio, sin lluvia, me pone melancólica.
No puedo salir por los tejados, ni maullar con fuerza.
Y no recuerdo lo que echo de menos.


Aviones a punto de salir
pasiones de gitanos
pequeña sonrisa de Amelie
me tienes calado

Canciones a punto de parir
nacieron un verano
pequeña sonrisa de Amelie
me tienes ganado...


Volveré a visitar a D'Averc, hoy que la lluvia no cae, y me apetece hablar en italiano.
Ya que no puedo, al menos Sir Huillam me contará algún buen relato.

Si quieres bailamos, me pongo los zapatos
y me llevas, y me llevas contigo
por ese mundo oscuro y desconocido
del compás, olvidarnos del tiempo perdido
y despertar y ver que aún estás

¿Sabes? No es lo mío hacer de florero por la vida,
pues no es mi parada en la que tengo que bajar,
nos quedan dos miradas, hagamos el amor en un instante,
hacer que nos queremos, enamorarnos dentro del vagón.

Ya no sé qué contarte
que no te haya contado ya.
Ya no sé qué besarte
que no te haya besado ya.

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