miércoles, 19 de diciembre de 2012

Desvaríos de una tarde lejana

"No es justo que tras un mes y medio me conozcas mejor que alguien que está aquí desde hace seis años, que seas una de las tres personas que pueden calmarme cuando me invade la rabia."

Llámame egoista, pero los únicos consejos que puedo darte...
...al final son los que quiero darte.

Quizá es por la bruja que me cuelga del cuello.
Quizá.

"E oggi sono arrabbiato e solo voglio parlare con te ma non e buona cosa parlare di questo con te... Porca troia schifosa!"

Eh, lo sé.
Pero a 1400 km lo único que puedo hacer es mandarte abrazos, prometer un mordisco en enero; jurar que las canciones tristes se han acabado y que habrán más pizzas mientras perdemos el tiempo viendo series subtituladas al italiano. Porque a 1400 km (¡te he dicho pronto cuántos había, desde esta ciudad a la que acabo de dejar cuando has dicho que estaba lejos!) no puedo realmente ayudar.
Ahora que estoy en casa, como mucho... skype.

Te fías de un gato, ¿no?
Por aquello de que ronronean.


La nieve ya no cae.
Creo que se ha esperado a que hayamos escampado, porque cuando ya hemos regresado casi todos, la nieve ha dejado de caer. Hace algo de niebla, un poco de viento.
Pero el paisaje de nubes blancas, de hielo y nieve... ese espera a que regrese en enero.

Me cuesta escribir en este idioma, de verdad.
Creo que me he acostumbrado al italiano.

"¿Te acordarás en enero del abrazo y el mordisco?"



Pero vamos a ver...
¿Cuándo ha fallado en una misión Flash? ¡Si él fue quien se sacrificó para rehacer el universo Marvel, para que ningún otro superhéroe falleciera! ¡Por eso lo reviven después en un mundo paralelo y lo transportan al nuestro!
¿Crees que Flash fallará ahora?
¡No!

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