Me quiero ir, pero no tengo la necesidad.
No siento la necesidad.
Ahora sólo hay que esperar a que el momento pase.
Por eso le estoy arañando tiempo a los trabajos para escribir, poco a poco.
Para escaparme con ellos sin moverme del sitio. Para ser normal, dentro de lo que cabe.
Para dejarme de nuevo las altas dosis de cafeína que me hacen parecer un híbrido de búho y gato. No quiero ser una adicta, por favor. Tengo que volver a reducirme a dos tazas el café que llego a tomar durante el día.
Y tengo que empezar a preparar las pruebas físicas.
Para adelantarme.
Estoy empezando a sentirme muy yo, otra vez. Cosas que tenía aprendidas y que había olvidado me han llamado a la puerta de nuevo. Y eso, como se suele decir, no se paga con dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario