miércoles, 13 de abril de 2016

2 de febrero y un potro lobo-gateado

No es por ponernos místicos, pero si no es una señal no sé lo que es.

En una manada vive
un potro que me gustó
me fui con el hacendado:
"Señor, traigo una tratada,
quiero que me de un caballo
por mi yegua colorada". 

"¿Qué caballo es el que quieres
así pa' poder tratar?"
"Un potro lobo-gateado
que allí vive en el corral
que a charros y caporales
no lo han podido amansar.

Lo vi de entre diez caballos,
el cual era el más bonito;
si por duro lo dejaron
lo duro yo se lo quito:
si lo compro lo verán
dirigiéndose solito."

"Te doy mil quinientos pesos
y el potro te lo regalo,
no lo quiero por rejego,
pensaba meterlo al carro;
que a charros y a caporales
a todos los ha tumbado."

Luego que ya se hizo de él
el charro le echó la hablada:
"Ahora juega mi caballo
con su yegua colorada,
no más me da un ribetito
pues está dura la jugada."

Le contesta el hacendado:
"No creas que tengo miedo,
vámonos a la oficina pa' depositar dinero,
la carrera la dejamos para el día 
dos de febrero."

Se llegó el dichoso día de la carrera afamada,
volaban pesos tronchados
a la yegua colorada;
y al potro lobo-gateado
ni quien le apostara nada.

Se arrancaron los caballos
y al caballo no se vio:
se cubrió de polvareda
qué caballo tan violento,
nomás alas le faltaron
pa' volar con ese viento.

Ya con esta me despido,
dispensen lo mal trovado;
aquí da fin el corrido 
de un charro y un hacendado;
de la yegua colorada
y el potro lobo-gateado."

Gracias, señor Aguilar.
Por si lo dudaba.

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