miércoles, 2 de mayo de 2012

Ceol

"...Y la música impulsó su sangre.
Se movieron sus pies, se despertó como una muñeca de resorte.


Sonreía envuelta por la melodía.
Los gatos del callejón le maullaron al paso, vigilantes, guardando con celo las raspas de pescado.
Bailaba y bailaba, rodeada del ronron, acompañada de animales de tercipelo barriobajeros.
Le sacaban las uñas al comienzo, ella les acariciaba al bailar y poco a poco le enseñaron a maullar."




Eh, no está mal.
De risas junto al mar con amigos que poco a poco recobras, que van limando asperezas.
Que se dan cuenta que tú sólo sabes correr por la arena entre carcajadas, bebiendo el viento salado y dejando volar el viento.
Gran mensaje hemos encontrado... ¿O sólo yo y mi sentido gatuno lo hemos recibido?
Se me retuercen los bigotes. Se me retuercen al leerlo, y me río hasta que me duelen las mejillas y se me hace un nudo la barriga.


Llevas banda sonora incorporada.
Ten en cuenta que son demasiados años ya.




Y muchos años quedan más.
Dices "¡El barrio llama como la sangre!"
Y pones la música más fuerte, vibrando los cristales.

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