La sinfonía que te arranca un par de lagrimillas, el perfume que te llena los pulmones, el terratrèmol terrestre y aéreo que te hace vibrar con fuerza.
Senyor pirotècnic, usted hoy se ha lucido. Aplausos varios, por largo periodo de tiempo, se lo merece.
La única palabra que define a la obra de arte que usted ha mostrado al mundo a las 14:00, esa mascletà que ha lanzado en la plaza del Ayuntamiento... La única palabra es indescriptible.
Por lo magnífica, espectacular, preciosa, genial, original, grandiosa mascletà que nos ha dado.
Llorar por estar en casa, por estar en fallas. Por tu música fallera favorita: mascletà, El Faller, Valencia en Fallas, l'Himne Regional.
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"Mmm... Filosofa questa sera :D"
Me han acertado de pleno. Pero son filosofías bonitas, creo yo.
¿Por qué no pintar en un mural multicolor la vida, antes de que empiece a desteñir? No valen las excusas, no vale un "estoy cansado/a". Puedes estar cansado, pero no vencido.
Eso jamás. Y cada pincelada de color a ese gran mural es una simple sonrisa que te dediques al levantarte, otra que te dediques al acostarte, todas las que dedicas al mundo. Cada carcajada una explosión de color. Cada lágrima, un poco de agua para hacer nuevas texturas. Cada suspiro, un cambio en la dirección a pintar, hasta crear un mural único e irrepetible, multicolor, divertido, que al mirarlo te ponga de buen humor, que te haga sentir orgullo de decir "¡Esto lo he hecho yo!"
Y esa es mi reflexión de hoy.
Se ve que me he excedido con la mixta. Estoy optimiXta en grado elevado.
Será la motivación de hablar con mi madre, que se me quede mirando y me acaricie la cabeza, suspire y me diga... "¿Sabes cómo te llamaba yo de pequeña? Creo que voy a empezar a hacerlo de nuevo. Eras mi gatito revoltoso."
Sigo y seguiré siendo tu gatito revoltoso, mamá.
Tenga los años que tenga, lo seré.
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