Cuando parece que todo va bien, ahí es cuando viene la hostia. Ten fuerza, iaio, que sólo me quedas tú y ya llevas dos operaciones en un mes. No empecemos también con esto ahora. Que tú eres más resistente que el baladre y más silvestre que la ortiga. Aguanta.
En otro orden de cosas.
Cuando el Scorpion talla M te lo regalan. Todo banderas verdes. Joder. Que por primera vez he podido llorar de verdad para aliviarme después del marzo de frío y adioses. Maldito campo de banderas fluorescentes con gato incorporado.
Aquí, sí.
Así, sí.
Y de ruta cuando sea. Con muchas curvas, que ya yo me cojo con fuerza y no me sueltan ni con palanca.
Sigamos esa senda. Para Chelva, playeta y lo que venga.
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