La felicidad está a un ISBN de distancia.
La felicidad está muy lejos de mis dedos.
El maldito libro jamás entrará en mi casa, sea en inglés, en italiano, en español. Me da igual, mientras lo consiga.
Lo preferiría en versión original, porque la versión digital en español la tengo.
Pero, lo que en mi casa no entienden, es que la necesite en papel.
Que me quiera gastar hasta el alma en conseguir la maldita obra de O'Barr, The Ultimate Edition.
Porque tener en casa esa catártica historia de dolor, rencor personal, miedo, frustación, esperanza, perdón y amor del de verdad, del que no aparece en comedia ñoña ni en dramas hollywoodienses; amor de ese que se siente en las calles y que es inefable... Tener esa historia, con sus magníficos diálogos, con los poemas que la complementan, con las perspectivas magistrales, el dibujo perfecto con sus imperfecciones... Tener esa historieta en casa, ese libro -"Pero, si es un cómic, debe ser corto y para niños, tonta." Ya. Pues este tiene 200 y pico páginas y puede ser traumático cuando empiezas a comprender todo lo que se esconde tras la historia, así que chitón y mutis por el foro.-; tenerlo en mi poder sería la felicidad absoluta.
A ver si consigo convencer a mi madre para que el regalo de cumpleaños atrasado sea este verano la felicidad de verlo entre mis manos o durmiendo en mi escritorio junto a Caín Hargreaves, el Bastón Rúnico -D'Averc, te quiero-, Milo y Corto Maltese.
Al menos los dos últimos me los puedo procurar aquí. En versión original, y con una sonrisa GIGANTE en la cara. Diablos, soy una sonrisa con patas si pienso que voy a volver a casa con ellos en mi poder.
Porque a Skinner Sweet sí que no tengo manera de tenerlo en casa, lo cual es jodida, asquerosa, malditamente mala suerte. Pero Dama Suerte es una puta y yo soy una fiel descreída que a veces consigue que sonría.
No es este el caso. No conseguiré jamás a Skinner, ni a Eric, tal y como vamos.
O'Barr, lo siento.
Seguiré intentándolo, lo prometo.
Seguiré intentándolo, a ver si te consigo en verano.
Y si no... insistiré en invierno.
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