Esto ya se ha acabado, los gatos naranjas ya no están entre mis pasos.
Ahora hay uno italiano que es 'nero, nerissimo', que me da besos-mordiscos en la nuca y que se parece a Aladdin.
Ahora sí, soy yo.
Camino por los tejados sin dueño del callejón.
Ahora hay uno italiano que es 'nero, nerissimo', que me da besos-mordiscos en la nuca y que se parece a Aladdin.
Ahora sí, soy yo.
Camino por los tejados sin dueño del callejón.
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