El día venía...
Y ya pasó.
Olor a humo, a leña, a hoguera que caldee la casa.
Totems de chocolate, velas rojas, chimeneas con un perrillo y un perrazo.
Hombres que estiran el meñique, Damas que se ahogan de risa, unos rizos salvajes con rumor valenciano bajo el acento andaluz.
Fotos para atestiguar nuestra locura.
Nada más volver, tras estos días de monte y chuchos (mi pequeñajo de 60k, con ojillos de caramelo, mi querido trom, que ni ladras ni nada, que eres un amor); con comidas de romero; con risas de las nuestras... He cogido "El bastón rúnico".
Hacía tiempo que no lo leía, y me he puesto a recordar... y comparar.
Camarga.
La Camarga extraña y misteriosa, con unicornios y guerreros, con monstruos de pesadillas que se vencen con armas de bronce oxidadas.
Karan.
Karan imaginario, más real de lo que aparenta. Con sus animales extraños y misteriosos, que sólo puedes vencer echándole valor.
Justo como el Lord Protector de la Camarga (amo a este bigotudo pelirrojo) hace. Valor, y al toro. Literalmente, que salta al ruedo.
Nuestros enemigos (sean quienes sean) contra la gente del Imperio, con sus tropas de armaduras de animales.
Los héroes. Todos nosotros dentro de cada uno de ellos.
Dorian Hawkmoon de Colonia, el de la joya en la frente. El que porta el Bastón Rúnico.
Chúpate esa, Meliadus.
Me duele la espalda. Agujetas del gimnasio.
Pero se me han pasado sólo de estar con vosotros. Sois un bálsamo para el mundo de locos que nos rodea.
Sois el mago de la casa de Camarga.
Ese que escribe, que soporta, ayuda, sustenta, consuela, aconseja, acompaña, quiere, ofrece, recibe, abraza, ríe, sabe.
"Es como la seda, tan suave y al mismo tiempo tan fuerte"
¿Hay mejor definición de amistad?
Creo que sí. La sonrisa que nos sale de vernos juntos.
"Cairde fola. Scéalta den eitilt os cionn na scamaill."
Amigos de sangre. Historias de volar sobre las nubes.
Entre "El Bastón Rúnico" y reflexiones.
¿Laghairteanna? ¿O esperar al viernes?
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