domingo, 2 de febrero de 2020

28

A ver cómo empieza la semana de la visita.

Espero que no vaya mal. Que mi cerebro se comporte.
Que me conozca tanto como creo y sepa manejarlo.
Porque ya le tengo tirria sin conocerle (es tan asquerosamente perfecta y maravillosa y su puta madre de persona) y que llegue el día de mi cumpleaños me pone de mala hostia. Es una gilipollez, pero las cosas son como son.

Quiero que pase la visita para emborracharme mal con Angy, desahogarme y seguir emborrachándome bien para olvidar.

Me voy a hacer los malditos piercings. Que le den.

Y voy a tener dos niños. Dos preciosos tabbys, un blanquirrubio y un silver tabby.
Poco he tardado en conseguir tener gato(s).

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Ayer me llamó V. Y me escribió. Y me ha seguido escribiendo. Si le quiero más, reviento.
D también me lo dijo, lo importante, lo que significa.
Por eso me jode tanto la puta visita.
Porque los dos están tan lejos de mí.

Querer a la gente es un asco, y es lo más bonito de la vida, todo a la vez.

Feliz subida de nivel para mí.

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