Medusa por primera vez dentro de la piel.
Cuando te duermes la primera media hora del tattoo. Se han pasado casi tres horas preguntándome si me dolía o no. "No sangras, no te mueves, no te quejas, no te duele, te duermes... Qué aburrimiento de cliente y qué maravilla a la vez".
Qué maravilla de artista, más bien.
La Gatta es un amor de señor, de tatuador y de todo, en general.
Y un artistazo como la copa de un pino milenario. Ha cogido mi diseño y lo ha llevado a su estilo añadiendo y quitándole todo aquello en que yo pensaba como si fuese telépata, y lo ha llevado a la tinta, a la piel, a mí.
Y me acaba de dar la vida.
Como explicación de por qué un lunes me ha dado la vida a pesar de no haber dormido y de levantarme a las 05:20 a.m.
De verdad. Ser, gracias. Gracias por mi Medusa.
Gracias por esta Medusa dentro de la piel.
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