Mucho, demasiado, en exceso.
Hoy hace aire, y desde hace un par de días, respiro un poco mejor.
Sigo queriendo irme. Pero puedo quedarme aquí.
Puedo seguir estando aquí. Un tiempo, al menos. Sí.
Paolo canta; yo lloriqueo por Nic, Skinner sufre y está pausado.
Menos mal que me queda Corso viajando.
Eso, y mis dos tomos del Conde al lado de la cama. Hola, abate Faria. Hola, Edmond.
Llévame contigo, ¿te parece? Que me duele ver la sonrisa del padre de Nic; y me duele escucharle cuando se fuerza a hablar.
Y me cuesta todavía más verle sonreír al pelear.
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