martes, 22 de diciembre de 2015

Nata y nubes de azúcar

Sigo diciendo que hay gente que es amor.

Está Marisa, que es como un Border Collie con una gran sonrisa que hace que la quieras desde el momento en que la conoces.
Está Carlos, que aparte de ser simpático, es Darth Maul (o era, ahora que el fin de semana del estreno a acabado) y que siempre tiene una buena palabra, simpático hasta a través de una pantalla de móvil.

Cuando hablas con gente así, mientras incubas una gripe de campeonato, te sube el ánimo.
No son mis chicas (porque ellas sí son amor del puro), mi dama y mi dragona; pero como es difícil juntarnos y sé que siempre están, aun sin decirlo, hoy ellos han ayudado a que el frenadol haga efecto más rápido.

Por otro lado, han abierto una tienda de té al lado de mi casa, y el trocito de acera que ocupan huele maravillosamente. Me apetece comprar una bolsita que regalarles a ellas, a las dos puntas de mi triqueta. Darles un poquito de té para que me recuerden, ahora, con el frío.
Algo cálido.



...
...
...Estoy viendo Chocolat y nadie sabe lo mucho que estoy disfrutando de mi chocolate con guindilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario