lunes, 13 de abril de 2015

Sangre en la barbilla

Óxido y sal.

Sir Huilliam (y en realidad, cualquiera que me vea), dice que llevo escrito en la frente "Campo de Moratones". Razones no le faltan. Me quedo una semana sola y llevo los brazos llenos.
Es llegar a casa, y morderme el labio para no chillar del susto, y tener otro en plenos morros. Parece que me peguen, o algo.
Se reproducen solos.
Los hematomas que llegan por los que se van.

Qué risa más blanca.
Qué mareo.
Qué sueño.
La que se está liando, y la que se va a liar si todo sale como debe.
Va a ser un no parar de reír.




Cómo sentirse Scar porque "no soy pelirroja y no he muerto en una estampida, pero malvada un rato, sí".
Bostezar con cada estiramiento, y ser la reina de la casa. I just can't wait to be Queen (of the home, again).

-Vabbè, andiamo fino lì.
-Fin' dove?
-Il confine del mare.
-Meglio verso il fine del mondo.
-...Andiamo.

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