Quién me iba a decir a mí las fallas pasadas que estaríamos tal que así ahora.
Y mira.
Ni tan mal.
A pesar del codo negro (encima el derecho, cuando generalmente las vías se ponen en la izqueirda), y del moratón de la muñeca por la gasometría, que menos mal que ya se ha ido. A pesar de las quemaduras casi diarias en el horno.
Gracias porque ahora Parches (bueno, Parches Amidala) tiene casa y hermano (Obi Cat Kenobi no nos perdonará nunca). Y porque qué bien se está cuando se está bien, cuando encuentras "casa" y no hablamos de un edificio.
A por el hipopótamo, que sólo falta ese en la colección.
-Disculpe, ¿la Notaría? +Bueno, si se acerca un poco más, sí que la notaría, sí.
Es que hay que ser tonto.